Un Geoparque Mundial de la UNESCO es un territorio que contiene tanto patrimonio geológico internacionalmente relevante como una estrategia de desarrollo propia.

Ese territorio tiene unos límites claramente definidos y una superficie y población suficientes para que pueda generar su propio desarrollo socioeconómico. No es una figura de protección legal ni pretende serlo, sin embargo, desde los geoparques se debe contribuir a la protección del patrimonio geológico tanto si están incluidos dentro de territorios de espacios protegidos como si no.
El área del Geoparque formado por Lanzarote y los islotes que forman el Archipiélago Chinijo integra más de 2.500 km2 y no comprende únicamente el conjunto terrestre, este proyecto incluye una superficie considerable de áreas sumergidas contribuyendo así a la geodiversidad del Geoparque que es una base fundamental de la propuesta.

Esta prolongación de las formas, procesos y materiales que componen estas islas bajo el nivel del mar, es evidente en formaciones volcánicas complejas como la formación de las islas, cuyo basamento parte del propio fondo del océano.